En los 80 creó Central de Restaurantes. En 2009 dejó la firma íntegramente en manos del grupo internacional Aramark; a una década de esa transacción, en compañía de socios -exejecutivos del anterior proyecto-, está dando vida a este nuevo emprendimiento. Ya tienen más de una docena de grandes clientes, como Copec, Falabella, Gildemeister, y varios colegios. «Es el negocio de mi vida (…) siempre me ha encantado, estoy fascinado con el regreso», dice el empresario. Azucena González
Es el negocio de mi vida, siempre me encantó, empecé a trabajar en esto en 1973 en España, y en 1976 creé mi empresa propia. Y de ahí que trabajo en esto, siempre me ha encantado. Estoy fascinado con el regreso», cuenta el empresario Peter Hiller Hirschkron (73).
Sus palabras aluden a lo entusiasmado que está con un nuevo emprendimiento, con el que está regresando de lleno a una industria de la que se desligó hace ya una década, pero que fue pilar en su vida y trayectoria empresarial: la de servicios de alimentación institucional.
Él fue el gestor de Central de Restaurantes, y ahora, con socios -también excompañeros de aquel emprendimiento, vendido en 2009 a la internacional Aramark-, está dando vida a la firma Gestión Integral de Servicios (Giser), que, junto con alimentación institucional y aseo, provee también otros servicios a las empresas.
Hiller fue la cara visible de la histórica Central de Restaurantes, que comenzó su crecimiento en los 80 y alcanzó a tener cobertura regional, con presencia, además de Chile, en Argentina, Perú y Colombia. La venta a Aramark ocurrió por etapas: primero un 20%, luego 30%, luego otro 30% y finalmente el 20% restante. Todo en un plazo de ocho años, entre 2001 y 2009.
«Vendí porque con la oferta de Aramark era imposible no vender», rememora Hiller, quien detalla que tras aquella transacción cumplió con los tres años de cláusula de no competencia, por lo que ahora está más que liberado de volver al rubro, al igual que sus socios, que lo invitaron a este proyecto.
Porque con Giser, Hiller se integra a un equipo que ya está formado, no es empezar de cero.
En efecto, la firma la fundaron hace seis años tres exejecutivos y también socios, vía stock options , de Central de Restaurantes: Gastón Díaz, Marcelo Moretic y Alex Gaggero, quienes hoy tienen en conjunto el 65% de Giser. Hiller se sumó en marzo de este año al proyecto, ostentando hoy el 25%, mientras el fondo privado AI Capital posee el 10%. En el proyecto también participa Alfredo Freyre, exejecutivo de Central de Restaurantes y luego de Aramark -trabajó allí hasta hace dos años-, quien asumió la gerencia comercial de Giser y tiene una opción de compra de acciones de la firma.
Claro que pronto vendrá un aumento de capital en Giser que hará que estas participaciones cambien, explica Hiller. «Probablemente, al cabo de un año o año y medio, yo pasé a ser el accionista mayoritario», explica quien también es presidente ejecutivo de la compañía, sobre una inyección de capital que podría estar en un rango de entre los US$ 5 millones y US$ 20 millones, destinada al crecimiento de la firma, en particular en la industria minera.
Servicio boutique premium
Hoy la firma -que cerrará 2018 con una facturación de unos US$ 10,5 millones- tiene 15 clientes en total. Algunos son: Copec, Falabella -el centro de distribución-, Gildemeister, Agrosuper, Porsche, y varios colegios, como Saint George’s, Monte Tabor, Wenlock, Cumbres, entre varios, detalla Hiller. Pero la idea de los socios es apuntar de lleno a la industria minera. De hecho, cuenta el empresario, ahora están tras tres procesos de licitación, y cuando esta incursión en el rubro minero dé sus frutos, requerirán expandirse e invertir, pues en esta industria los tipos de servicios se amplifican: a la alimentación institucional y aseo, se suman otros servicios como lavandería, tratamiento de agua potable, generación de energía, suministro de wifi; en suma, «todo lo que un campamento minero necesite para funcionar», se explaya Hiller.
¿La meta? Duplicarse de aquí a los próximos dos años y luego volver a duplicar el negocio, dice Hiller. Giser se integra a una industria liderada por dos grandes actores, Aramark y Sodexo, que según cálculos de Alfredo Freyre, suman como el 70% del mercado, en el que también hay otros actores como Compass Group, Casino Express, Aliservice, entre varios.
A Giser la definen como una boutique, en el sentido de que apuntan a buenos clientes premium . Es decir, el core de los socios no está en los servicios a escala industrial -«estandarizado», grafica Hiller-, ni concurrir a licitaciones por menor precio. Tampoco participar de la industria en que se mueve la Junaeb, en el sector público. No. Su foco son empresas en que puedan dar un servicio personalizado, a la medida, con materias primas naturales, de primera, siguiendo recetas originales y más al estilo de restaurante. Por ejemplo, grafica Hiller, compran los cortes de carne que corresponden a cada receta (no dos cortes para todo tipo de preparación), no usan sopas deshidratadas ni polvos para hacer postres. En cambio, la escala y tamaño muchas veces impiden a las empresas tener esa diferenciación, cree.